El mundo se estremeció con el desplome de las Torres Gemelas de Nueva York en ese ahora lejano 11 de setiembre de 2001 – conocido como el 11-S. Un pavoroso espectáculo sin precedentes en el corazón del poder financiero, instaló la tríada Terrorismo – Miedo – Vigilancia que, desde entonces lo columbró todo, ya sea la política global o los principales referentes de los estudios sociales – las categorías de Bauman, Beck, Castel, Eco, dan fe de ello -. Inseguros, pletóricos en la diseminación global de imágenes (imaginísticos), desprotegidos, temerosos, digital(izándonos), así fuimos percibidos, interiorizados y estudiados sin cesar, en el curso de las últimas dos décadas. Y fue precisamente, al calor de esas marcas culturales que se fue incubando lenta y progresivamente una nueva tríada Violencia – Odio – Tecnomilenarismo.
El punto de quiebre de dicha transición sería el incendio de Notre Dame en París, acaecido el 15 de abril de 2019 (15-A). El derrumbe de la catedral gótica – visionado globalmente – estaría proyectando, hoy en día, emociones tan inquietantes como las del 11-S. Simbólica y realmente, un mundo cada vez más violento, polifóbico, nostálgico, conmovido, reputacional y religioso, instalaría toda su fuerza en nuestras acciones, conexiones, y querencias. La primera clarinada de esta nueva imago mundi, lo fue la comparación entre Notre Dame y la Amazonía, a raíz de los incendios forestales en Brasil, Bolivia y Paraguay de agosto último.
Lobos solitarios o feminicidas, terroristas fundamentalistas o INCEL, supremacistas o agresores virtuales, criminales por odio o xenófobos ultranacionalistas, surgen incesantemente con prédicas melodramáticas, distópicas y agresivas por las cuatro partes del globo, y buscan refundarlo todo en nombre de añejas raíces patrióticas, del favor divino o de la defensa del grupo.
Los vasos comunicantes entre el miedo y el odio abundan. La irritabilidad masculina supone un cuadro clínico que alterna depresión y agresividad. Desde las protestas globales actuales frases como “Despertamos”, “El miedo se acabó”, son virales en la red. La política del temor ha dado paso a la política del estallido, de la eclosión y del fervor religioso, compartiendo siempre el código espectacular.
Hoy por hoy, la ciudad arcaica y la ciudad digital se superponen, convocando y unificando todas las funciones y poderes, confluyendo en el inminente Estado de Bienestar digital, ese donde se puede automatizar, predecir, identificar, vigilar, detectar, singularizar y castigar – a decir de Naciones Unidas[1] –, así como hace más de 5,000 años el jefe, el médico brujo, el mago, el profeta, el astrónomo, el anciano y el sacerdote no eran funcionarios separados[2].
Las calles y espacios del nuevo pueblo digital, se nutren de recuerdos, de conciencias, de memorias que se funden en cada protesta. Centros comerciales, monumentos históricos, plazas, universidades, autopistas, son todos la constatación de las nuevas repúblicas algorítmicas, cuyas narrativas, funciones y discursos se remiten a las plataformas digitales del tipo Netflix o Gobierno Abierto, estrenando una aspiración a la igualdad más conectada, más meritocrática, más vivenciada desde el sentir individual.
Arcaicas y sofisticadas son también las emociones hipermodernas que bien pueden asumir la condición de “experiencia religiosa”[3], en cada heterogénea y fragmentada comunidad virtual, en cada juicio de experto diseminado en el ciberespacio, en cada defensa de grupo desde el corazón mismo de la realidad virtual. Y mientras tanto, imágenes impactantes, conmovedoras, y empáticamente sugerentes se comparten una y otra vez, inventando nuevas tradiciones ciudadanas, enfrentando a los enigmáticos enemigos de nuestro sosiego y calma, prefigurando los discursos que sustentarán la próxima protesta, sí, la que emergerá en cualquier lugar del mundo en el momento menos pensado.
Hagamos un recuento, un breve repaso, para entender este nuevo estado de cosas, esta transición de mundo a la que asistimos, casi sin darnos cuenta y a la que buscamos abordar e interpretar con relatos modernos, con oposiciones convencionales, con ideologías fantasmagoriales.
El 08 de marzo de 1983, el presidente de los Estados Unidos de América Ronald Reagan pronunciaba un discurso en el famoso y muy visitado parque temático de Disneylandia, el EPCOT (Experimental Prototype Community of Tomorrow), y puntualizaba: “La pantalla informativa del radar no es diferente de la pantalla informatizada del vídeo. Mirad a un niño de doce años (…) cobrándose muchas piezas mientras juega Space Invaders, y apreciaréis la destreza del piloto del mañana”. Ese mismo día, en la misma ciudad, el presidente Reagan predicó en la asamblea de los evangelistas la misión de combatir el mal, encomendada a los Estados Unidos de América por las Escrituras y el Señor Jesús.[4].
De fecha más reciente, el preámbulo de la Constitución húngara de 2011 describe a Hungría como “una nación de cristianos, étnicamente distintos de las minorías que conviven con los ‘verdaderos húngaros’”[5]. En Myanmar, en 2016 se reportaba que, la Organización para la Protección de la Raza y la Religión (MaBaTha) difundía mensajes de miedo y odio, comparando a los musulmanes con animales y empleando expresiones despectivas. En Australia, Estados Unidos y Europa, algunos políticos en el gobierno han usado sin reserva la prensa y las redes sociales para hacer declaraciones racistas y xenófobas en las que incluso prometían adoptar políticas contra determinados grupos raciales, étnicos y religiosos. En enero de 2018 se reportó un incremento de casi un 30% de publicaciones antisemitas en las redes sociales, respecto del mismo período de 2016, de media se registraban diariamente unas 550 publicaciones que empleaban símbolos neonazis y antisemitas y 108 que negaban el Holocausto[6].
Es ese fundamentalismo, extremismo, populismo de cuño diverso, o “monoculturalismo plural”[7] el que va produciendo una serie de imágenes y narrativas de lo más diversas. Norbert Hofer (Austria), Miloš Zeman (República Checa), Marine Le Pen (Francia), Víktor Orbán (Hungría), Geert Wilders (Países Bajos), Robert Fico (Eslovaquia), Nigel Farage (Reino Unido) y Donald Trump (Estados Unidos)[8], lo saben bien.
“Si hay muchas mujeres bonitas, habrá muchas violaciones” ha afirmado Duterte[9]. Bolsonaro enfatizaba hace poco: “Si no fuera por Pinochet, que derrotó a la izquierda […] Chile sería una Cuba”[10]. AMLO refería como central en sus políticas “el bienestar del alma”[11], pero Putin ya nos había hablado de “la crisis moral de Occidente”[12]. La violencia xenófoba contra inmigrantes ha cobrado una inquietante actualidad en Sudáfrica[13], y la represión a musulmanes en China, acaba de ser publicada por el NYT[14].
Liogier decía que: “una nueva oposición ideológica parece estar redefiniendo el discurso político en Francia y en Occidente […] Muy pronto, izquierda y derecha no serán más que meros vestigios de un Siglo XX sobrepasado”[15]. Habermas ponderaba como productiva: “la genealogía de un pensamiento posmetafísico desarrollado a partir de un discurso milenario sobre la fe y el conocimiento”[16]. Y Dubet sentenciaba que la frustración con el actual sistema democrático se producía porque: “la gente tiene la sensación de poder actuar en muchos campos de su vida personal pero, otro lado, se tiene la sensación de que ya no se puede accionar sobre el mundo”[17].
Solo tratando de entender este mundo, nuestro mundo, podemos comenzar a comprender lo que está sucediendo en La Paz, en Beirut, en Hong Kong, en Bagdad, en Cataluña, en París, en Santiago.
Roger Bartra acaba de presentar en México su último libro “Chamanes y Robots”, y de alguna manera, resulta siendo la clave:
A medida que exploramos nuestras habilidades instrumentales pareciera que avanzamos. Cuando nos las vemos con nuestro mundo de vida y sus conexiones más profundas vamos en reversa. La sofisticación es vertiginosa y anhelante. La naturalización es melancólica e inefable. Transparencia aquí, misterio allá. La fugacidad del dato y la inquietud del recuerdo, esa parece ser la alquimia de nuestro presente. — BARBOZA, Marco. “Consideraciones acerca de la metamorfosis del mundo”. Documentos de Trabajo. Nº 113. IELAT – Universidad de Alcalá. Agosto, 2018. pp. 10-11. Disponible en: https://ielat.com/2018/07/30/publicado-nuevo-numero-en-la-serie-documentos-de-trabajo-del-ielat-correspondiente-al-mes-de-agosto/
[1] Asamblea General de Naciones Unidas. Informe del Relator Especial sobre la extrema pobreza y los derechos humanos. 74º período de sesiones. Tema 70b) del programa. A/74/493. Publicado el 11 de octubre de 2019. p. 2.
[2] MUMFORD, Lewis. La ciudad en la historia: Sus orígenes, transformaciones y perspectivas. 2ª ed. Logroño: Pepitas de calabaza. 2012. p. 68.
[3] Ver: https://www.bbc.com/news/entertainment-arts-48923485.
[4] NAVARRO, Justo. El videojugador: A propósito de la máquina recreativa. Barcelona: Anagrama. 2017. pp. 129- 130.
[5] También, se ha tipificado como delito la prestación de apoyo a migrantes irregulares, y en febrero de 2018, el primer ministro Viktor Orbán ha declarado ante un grupo de miembros de ayuntamientos: “no queremos que nuestro color… se mezcle con otros”. Ver más en: Asamblea General de Naciones Unidas. Informe de la Relatora Especial sobre formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia. 73º período de sesiones. Tema 72b) del programa provisional. A/73/305. Publicado el 06 de agosto de 2018.
[6] Para todas las referencias de este párrafo ver: Asamblea General de Naciones Unidas… A/73/305. Se puede revisar adicionalmente: Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Informe de la Relatora Especial sobre formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia. 38º período de sesiones. Tema 09 de la agenda. A/HRC/38/53. Publicado el 25 de abril de 2018.
[7] La categoría es de Amartya Sen.
[8] En septiembre de 2016, en el marco de una gala de la Peace, Justice and Security Foundation realizada en La Haya, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos advertía sobre los populistas y demagogos en Europa y Estados Unidos. Ver más en: Asamblea General de Naciones Unidas… A/73/305.
[9] https://elpais.com/elpais/2019/07/04/planeta_futuro/1562254562_357787.html
[10] Ver: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-49579435
[11] Ver: https://www.jornada.com.mx/2019/09/04/opinion/020a2pol
[13] Ver: https://www.elconfidencial.com/mundo/2019-09-20/violencia-inmigrantes-sudafrica-xenofobia-mundo_2234299/[/efn_note], y la represión a musulmanes en China, acaba de ser publicada por el NYT
[15] Ver: https://www.desdeabajo.info/mundo/item/31438-entre-le-pen-y-macron-esta-la-francia-ni-ni.html
[16] Ver: https://elpais.com/elpais/2018/04/25/eps/1524679056_056165.html
[17] Ver: https://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/21-290011-2016-01-11.html